El trabajo de toda una vida de una persona, sea docente y científica o de otra temática, ha sido influenciada profundamente por su familia, mas aún cuando ésta se ha mantenido firmemente unida en el tiempo. Este ha sido el caso de mi persona, por lo que reconozco que gran parte del mérito de lo que pueda ser considerado una vida exitosa, se debe a mi familia. A este grupo de ocho personas, de los cuales seis nacieron, crecieron, estudiaron, se casaron y se reprodujeron en un ambiente de armonía y amor recíproco, cuyos lazos afectivos se cultivan hasta el día de hoy.
D.1. Historia de la familia Artigas – Hoyuela
Con Ivette formamos una familia típicamente chilena de clase media con un marido profesional dedicado al estudio, la docencia universitaria y la investigación científica. Ella, premunida de múltiples virtudes, construyó el hogar en el cual criamos seis hijos que sacamos adelante con normalidad para su época. Nos radicamos en Concepción luego de un contrato de profesor en la Universidad de Concepción (mas antecedentes ver en Biografía). Criar una familia en provincia, era en ese tiempo (los años 50 al 80) algo sin mayores complicaciones y con muchas ventajas. La familia sufrió sus primeras pruebas en los viajes y estadías en el extranjero. Lo mas fuerte fueron las estadías en Estados Unidos de Norteamérica, donde los hijos que estaban en edad de hacerlo, aprendieron inglés y se hicieron totalmente bilingües, además de perder el temor a vivir en otras culturas, lo que ha significado que en la actualidad la familia esté dispersa en Estados Unidos, España, Argentina, Santiago de Chile y Concepción. Cuando se juntan los hermanos, cada cierto tiempo, es motivo de gran felicidad por el gran cariño que se tienen y las interesantes y variadas experiencias que pueden compartir.
La mayor, María Pía (La Pía), esta radicada en Madrid luego de reconstruir su vida con un madrileño que todos queremos mucho. A pesar de haber sido en Chile una destacada abogada penalista por casi 15 años, en España no ha podido ejercer, pero como tampoco necesita trabajar, ha dedicado sus mayores esfuerzos a la práctica del Budismo, disciplina en la cual es instructora y guía en India. Tiene dos hijas ya casadas que están armando sus propias familias en Santiago con abundante descendencia.
El segundo hijo es Francisco, conocido como El Caco. Siguiendo los pasos de su padre, al terminar sus estudios de Biólogo en la Universidad de Concepción, se fue a Estados unidos a hacer sus grados académicos, sacando su doctorado (Ph.D.) en la misma Universidad que su padre, la Ohio State University. Se quedó en USA trabajando de docente universitario e investigador científico; se casó con una gringuita amorosa y tienen dos hijos terminando la Universidad (2017). Su temperamento alegre le permite vivir feliz y ser querido y popular entre sus pares.
La tercera hija es Margarita, conocida como La Maggie, de temperamento alegre y decidido, casada con un exitoso profesional (Ingeniero comercial) de empresas, tiene tres hijos ya profesionales. Maggie es muy activa y ha sido empresaria en varias oportunidades, hoy prefiere el golf, en el cual se destaca a nivel nacional e internacional.
La cuarta hija es Bernardita, conocida como La Berni. Esta hija es un espíritu libre, incursionó en carreras relacionadas con el arte. Viuda de un conocido futbolista argentino que jugó en Concepción y murió muy joven. Berni tiene dos hijos muy talentosos, la hija es artista, escribe, actúa y dirige teatro, el hijo es mas o menos músico, al menos toca en una banda. Estupenda persona!. Berni ha incursionado en muchas actividades artísticas y manuales, la consideramos la hija hippie del grupo.
El quinto hijo es Jorge, que luego de un accidente en moto, quedó en un lugar entre el cielo y la tierra sin recuperación, dejó una esposa y dos hijas hermosas. Está en Santiago bajo la custodia de su hermana Maggie. Jorge era un hombre muy alto, fornido, equitador, galán hermoso, viajó algo por el mundo y su enorme simpatía lo transformó en lo que yo llamé el “Rey del Mundo”. Su madre, poco antes de morir, me encargó especialmente que no nos olvidáramos de Jorge. Su accidente fue sentido por gran cantidad de amigos, especialmente amigas.
La sexta hija es Cristina, conocida como La Tini, fue la única que no vivió en USA por lo tanto no adquirió el inglés. Sin embargo, nos acompañó durante el año sabático y otras estadías a Sao Paulo Brasil donde aprendió portugués fluído, captando perfectamente el acento y la entonación. Tini se quedó en Concepción dedicada a actividades bancarias, casada con un marido también bancario, tiene dos hijos excelentes. La niña, ya recibida de nutricionista, trata de poner a su abuelo a dieta, tarea difícil e ingrata para ella. Luego que enviudé, los hermanos, por vivir en Concepción, la encargaron del díscolo padre. En un tratado de paz y comprensión, aceptó dejarme libre, hasta que deba ser dependiente de ella. Es una hija muy querida y le estoy muy agradecido por que bien pudo transformarse en una tirana y yo en un infeliz.
La mayor parte del tiempo vivimos en nuestra casa, la que nos construyeron los compadres Enrique Villanueva y Roberto Goycoolea. Este último, como arquitecto eligió el sitio, lo financiaron y construyó la casa. Cuando llegamos de USA después de casi cinco años, estaba lista en Pedro de Valdivia, Concepción. Esta casa hermosa, amorosamente decorada por Ivette al igual que el jardín, es donde vivo yo en este momento y la casa se mantiene sin cambios, como un homenaje a la mujer a la que tanto le debemos todos. Es la casa de todos, nos gusta regresar a ella y que esté igual a como lo dejó la mamá.
Ivette fallece el 5 de junio de 2012 en su casa, con su marido e hijos presentes. Para todos, la inmensa pena estaba paliada por saber que había dejado de sufrir. Los dos últimos años habían sido terribles para todos nosotros. Las enfermeras que la cuidaban llenaban la casa, nos sentíamos marginados. Cuando quedamos solos, nos sentimos como siempre, como la gran familia que siempre habíamos sido.
Con Ivette, teníamos conversado desde que nos casamos, que yo seguiría estudiando; no tanto por tener yo una irrefrenable vocación por el estudio si no que, por haber iniciado la carrera de profesor universitario, resultaba además de lógico, necesario. Por esa razón postulé a una beca Rockefeller, de las cuales se daban dos para Chile, una en medicina y la otra en agronomía. Así es que preparamos el viaje para irnos a la Ohio State University a estudiar entomología pura (General Entomology). En la Rockefeller de Santiago, querían que estudiara plagas, pero los convencí que lo que faltaba en Chile era alguien que supiera entomología general, ya había suficientes expertos en control de plagas, mas cuando parecía que el recién aparecido DDT mataba todo sin problemas. Llegamos a Columbus Ohio a un aeropuerto desconocido como a las 3 de la mañana, con cuatro niños, tres de pañales. Un Negrón (corpulento) que hacia aseo, y que era el único ser viviente que había en todo el hall, se apiadó de nosotros y nos pidió un taxi. La Ohio State, como casi todas las universidades de USA, tiene un departamento de atención de estudiantes extranjeros, la Foreign Students Office, que vela por los estudiantes recién llegados. Nosotros con cuatro críos, fuimos el problema estrella de la Office. Unas gringas amorosas, nos consiguieron casa y nos ayudaron a instalarnos. Desde el principio Ivette se halló en su salsa. Le encantó la vida gringa, comprendió su ética, su cultura, sus valores, etc. Y transformó la casa en un lugar alegre, sin problemas y refugio también de muchos estudiantes latinos que estaban solos en la ciudad.
Al llegar, tuvimos una seria conversación sobre el plan, ella manejaría la casa, los niños y las finanzas, yo solo estudiaría y garantizaría sacar el M.Sc. en el tiempo estipulado, para poder regresar a hacer un Ph.D. en pocos años mas. Y así fue. Hicimos muchos amigos, comidas, reuniones, celebraciones. Una activa vida social. Entre las amistades nuevas, había una gringuita de la Office, Bárbara Sokol, judía, recién casada, sin niños, de igual edad que Ivette, un amor de mujer. Con Ivette se hicieron amigas íntimas, y lo fueron hasta el día en que fallecieron. Bárbara estuvo varias veces en Chile y nosotros regresamos a su casa de Columbus, en diferentes oportunidades, nunca dejamos de estar comunicados. Con Bárbara llegó a la casa un gringo amigo suyo, solterón, un ex compañero de universidad, Emmett D. Graybill que se trasformó en un miembro más de la familia y lo es hasta hoy. Este amigo fue muy importante en ayudarme a corregir mi tesis de M.Sc., lo que me permitió aprobarla rápidamente. Regresamos a Chile con la misión cumplida. Nos quedamos cuatro años en Concepción y la Rockefeller me becó sin concurso, para hacer el Ph.D. Así llegamos a Columbus nuevamente, a la Ohio State, al temible Dr. Donald G. Borror, como adviser y a reavivar las viejas amistades.
Al poco tiempo, Ivette ya tenía la casa convertida en un refugio, esta vez de mujeres de estudiantes extranjeros, paquistaníes, turcas, vietnamitas, inglesas, bolivianas, colombianas, portorriqueñas y otras. Creó un club de cocina internacional que fue después considerado como ejemplo de labor con estudiantes extranjeros. En la casa establecimos el inglés como idioma, así todos mejoraríamos y los niños no padecerían el bilingüismo producido por su escuela pública y la casa.
Ya habría tiempo de aprovechar esto y resolver los problemas. Me fue bien en los estudios. Mi horario era duro, de las 8 hasta las 6, llegaba a casa a las 6.30, pues vivíamos a distancia caminable, comíamos toda la familia junta y yo regresaba a la universidad, a los laboratorios, hasta pasado las doce. Los viernes, no regresaba en la noche, Ivette se iba de shopping con amigas y yo cuidaba a los cinco críos. El domingo íbamos a misa en la mañana, salíamos en auto con los niños y, a las 7 volvía a la universidad a preparar el día lunes, que parece que de adrede era muy denso.
Por este asunto de los horarios, varios amigos latinos, recién casados, fracasaron en sus programas de estudio, porque sus esposas no les permitieron este uso del tiempo. Fuimos todos muy felices esos cuatro años, tenemos excelentes recuerdos. La escuelita pública del barrio era excelente. Recuerdo que cuando los matriculamos, las profesoras vieron en estos niños, que no hablaban nada de inglés, un desafío profesional caído del cielo.
Muy distinto fue en Chile, con la situación al revés, las profesoras chilenas veían en esto una carga injusta para su ya duro trabajo y nos pedían que les pusiéramos profesores particulares. Una anécdota apoya esto. Un día llegó nuestro hijo Francisco, de diez años, diciendo que un compañero le había tirado un avión de papel a la profesora en la espalda cuando ésta estaba de cara al pizarrón. Interesado le pregunté si habían castigado al niño y cómo lo habían castigado. Me contestó que no, que la profesora había dicho: ¡ah¡ ¿quieren jugar? Entonces todos saquen una hoja de papel y hagamos un avión (el curso tenía 36 alumnos), los que saben le enseñan a los otros. Luego en el pizarrón dibujó un blanco con círculos y organizó, rápidamente un concurso de quien le apuntaba al centro. Luego de unos diez minutos de juego, se recogieron los aviones y continuó la clase. Me pregunto cómo habría sido este caso en Chile, creo que cercano a la expulsión.
Llegamos a Concepción, yo al Departamento de Zoología, al museo y a las clases. Traía muchas ideas de nuevos cursos y un gran entusiasmo. Durante nuestra permanencia en USA, los compadres Enrique Villanueva y Roberto Goycolea, se hicieron cargo de recibir los sueldos, pedir un préstamo, comprar un sitio y construir una casa, diseñada por Roberto que es arquitecto. ¡Estos sí que son compadres! Así, llegamos a instalarnos a una casa nueva, preciosa, amplia, luminosa, que atenuó el shock cultural que teníamos que enfrentar al regreso. En la Universidad, no existía costumbre de llamar doctores a los Ph.D., esto estaba reservado casi exclusivamente para los dentistas y médicos. Recuerdo que con el objeto de pedir ayuda económica internacional, la universidad postuló a unos fondos, para lo cual tuvo que informar con cuántos doctores contaba la planta docente. Grande fue la sorpresa cuando respondieron, desde la fundación, que la lista traía puros médicos y dentistas y lo que pedían era Ph. D. Desde la Rectoría nació entonces la preocupación de facilitar la salida de docentes a hacer doctorados en el extranjero.
Cuando nos instalamos definitivamente en Chile, al poco tiempo recibí una carta de un College de Nueva York en que me ofrecían un puesto docente, recomendado por el Dr. Borror. Contesté que no podía aceptar pues tenía compromisos con la Universidad de Concepción en Chile. Para Ivette fue una desilusión tremenda. Varios meses después recibí otra carta, esta vez de un College de Texas, con similar ofrecimiento; respondí igual que la carta anterior. Ahora pienso, cómo me habría ido en USA? Ivette cree que igual o mejor. Creo que Ivette no me perdonó nunca no haber regresado a USA. Inmediatamente de llegados, acordamos con Ivette que, como ella se había sacrificado en USA, ahora ella debía estudiar. Nuestros amigos nos recomendaron no separarnos, pues era peligroso para el matrimonio (pensarían que quizás que ideas traíamos de USA). Pertenecíamos al Movimiento Familiar Cristiano y el asesor era el cura Gonzalo Arévalo. Le preguntamos su opinión sobre el asunto y nos dijo: Uds. están capacitados sin problemas para desarrollar ese plan. Háganlo sin temor. Así un día nos fuimos a Santiago, revisamos varios institutos e Ivette decidió estudiar paisajismo en el INCA-CEA.
Estuvo dos años viviendo con mi padre que estaba solo en Santiago, viniendo a Concepción cada quince días, motivo por el cual nació la sexta hija, absolutamente fuera de programa. Yo cuidaba la tribu. Un profesor de Ivette, Luis Nakagagua, vió en ella un gran potencial e hizo sociedad con ella para construir parques, jardines y ferias en Concepción. Trabajaron unos tres años y luego Luis enfermó e Ivette quedó sola, desarrollando una carrera muy exitosa con trabajos en Serena, Chillán, Santiago, Dichato, Puerto Varas, Viña del Mar, y otros y, principalmente en Concepción. Su trabajo no necesitó de propaganda ni de empresa constructora. Las y los clientes, se pasaban el dato de esta señora, tan responsable, culta, viajada y simpática, para hacer parques en sus casas con enormes sitios, parques de fundos, galerías de hoteles, azoteas, etc. Trabajó cerca de 27 años, hasta dos años antes de fallecer. La Universidad de Concepción le debe las hermosas avenidas de Liquidámbares de la avenida central; que marcan, como decía ella, las estaciones con su colorido.
Todos hemos crecido. Los niños terminaron sus estudios, se casaron, formaron sus familias y con frecuencia nos reuníamos con algunos para Navidad. Nuestro hijo Jorge, sufrió un accidente en moto a los 42 años, y quedó tetrapléjico en una clínica en Santiago, hace ya 6 años. Un dolor que sus padres no nos hemos podido quitar y que su madre lo sufrió hasta el día de su fallecimiento cuando nos recomendaba no olvidar a Jorge. Quedamos unos años solos con Ivette en nuestra hermosa casa. Un cáncer puso en padecimiento a Ivette por casi cuatro años, al cabo de los cuales falleció el 5 de junio de 2012, en su casa, en su cama, con su marido y rodeada de todos sus hijos. Ahora estoy solo en la casa. Los hijos vienen a visitarme. Viven lejos. Su buen inglés y la experiencia de haber vivido en USA, les quitó el miedo a lo extranjero. Pía vive en Madrid, Francisco en Nueva York, Margarita en Santiago y está a cargo de Jorge, Bernardita en Buenos Aires y Cristina en Concepción, a cargo de su padre.
La Universidad, después de jubilar, me ha re -contratado año a año, por casi 16 años, por dos horas diarias. Tengo cursos, investigación y la administración del Museo de Colecciones Zoológicas de la Universidad. En la práctica, una jornada completa, pero liviana. Luego del fallecimiento de Ivette aumenté mis trabajos, para no tomar tanto caldo de cabeza, pues la echo mucho de menos. La casa se mantiene absolutamente igual a como la dejó Ivette y, así será hasta que yo me vaya.
En la misa de despedida de Ivette, yo leí algo que había escrito con gran dolor. Lo reproduzco a continuación, como así también las palabras que leyó Caco, muy sentidas también. Él y su madre tenían una relación muy próxima.
D.1.1. Despedida a mi esposa Ivette
Cementerio Parque San Pedro, Concepción 7 de junio 2012 por Jorge Artigas
Estamos reunidos para despedir a mi esposa Ivette, una mujer extraordinaria, excelente madre y gran compañera. Estuvimos casados casi 57 años y sólo tengo buenos recuerdos de nuestra relación. Su gran capacidad para perdonar, permitieron que nunca nos despertáramos enojados. Ahora soy capaz de valorar lo que eso significó, como por ejemplo, atrevernos a ir a Estados Unidos por casi 5 años con cuatro y luego cinco hijos, tres de pañales y sin empleada ni ayuda especial, y regresar con la meta cumplida.
Le debo a ella mas de la mitad de lo que he llegado a ser. Ha estado en cada uno de mis logros sin pedir nada mas que haber sido parte importante de ellos. Ivette fue una gran mujer, llena de capacidades, entre ellas las artísticas, algunas de las cuales logró desarrollar, como la pintura y el paisajismo, en lo cual trabajó diariamente por casi treinta años. Yo he admirado siempre sus trabajos, aunque no me sorprenden, pues sus capacidades eran muchas, solo necesitaban de un ambiente y estímulo adecuado para desarrollarlas, porque ella era solo una dedicada dueña de casa.
De Ivette siempre admiré su capacidad estética, su finura y buen gusto. No soportaba lo feo y lo ordinario. Tuvo la pobre, en eso, un permanente problema con este marido que le tocó, tan poco fijado en esas cosas y tan porfiado. Pero yo la seguía, porque le creía, y no me arrepiento.
Conocí a Ivette en Talca, a donde la habían mandado sus padres para que olvidara un amor inconveniente, como se usaba en esos tiempos. Yo estaba en Talca por mi primer trabajo. La conocí en una reunión social informal. Era la mas bella, con unos tremendos ojos azules y sumamente divertida e ingeniosa: todos la admiraban. Mi ángel de la guarda, tocándome con la punta del ala me dijo: “Esa es”. Y yo empleé toda mi máquina de seducción. Desde ese día, ya no nos separamos mas. Me acompañó en todas las actividades propias de mi trabajo y yo la acompañé en los suyos. Creo que nos admirábamos mutuamente.
La familia que criamos es nuestro máximo orgullo. Así como nuestra mayor pena es tener a nuestro hijo Jorge en estado pasivo, derivado de su accidente. Ivette, creo, que no se recuperó nunca de eso, ha sido su grande y permanente dolor. Estos hijos, a pesar de estar tan dispersos, han estado siempre presentes, como lo están ahora para despedir a su madre y acompañarme.
Como muchos de Uds. saben, no he sido nunca antes viudo, y no se como se vive así, pero como en tantas ocasiones, le preguntaré a Ivette y ella me irá ayudando a tomar las decisiones mas convenientes.
En este templo, donde mi contacto con el Señor ha ordenado mi vida, despedimos a esta gran mujer que se mantendrá en nuestro recuerdo, dispuesta como siempre, a aconsejarnos y protegernos. Ivette, yo sé donde estas, no te preocupes, llego luego. Chao mi amor.
D.1.2. Despedida a su madre de Francisco Artigas Hoyuela.
Cementerio Parque San Pedro, Concepción 7 de junio 2012.
Palabras sobre mi mama (en la misa de despedida)
Estamos despidiendo hoy a una mujer moderna, una mujer avanzada para su tiempo y de una creatividad que está a la vista de todos en los parques y jardines de Concepción que ella diseñó y construyó. Ella es mi madre. Una mujer que nunca se dejo influir ni por las opiniones ni por los sueños de otros. A los treinta y nueve años se va a Santiago, sola, a estudiar paisajismo. Nos mostró siempre, con el ejemplo, que en la vida hay que ser valiente. Ella jamás abandonó a sus hijos, sino que los organizó y con su ejemplo nos mostró como perseguir y realizar los sueños. Recuerdo que nos decía que hay que siempre vestirse lo mejor posible, y que si nos encontrábamos en algún lugar vestidos mas elegantes que el resto, que esto no era problema nuestro sino de ellos. Nos dio a todos licencia para ser excéntricos, lo que en mi caso no fue tan difícil. Llevaré siempre sus palabras en mi mente: hijo nunca te limites por los sueños de otros y atrévete, siempre atrévete, atrévete, atrévete.
Gracias mamá, un beso. Tu hijo Francisco
Según lo habíamos acordado, Ivette fue incinerada en Concepción, lo que debe ocurrir también conmigo. Mientras el féretro avanzaba hacia el portalón, se tocó la música de “Mi bella dama”: “Bailaría toda la noche”, que era la música favorita de ella y, que siempre tocaba en su auto. Yo quiero para mi lo mismo pero con la marcha Radetsky.
El DVD familiar
El DVD familia está compuesto por fotos en papel que he ido guardando a lo largo de mucho tiempo y las he conservados en un archivo con indicación del año. La hice copiar en este DVD y éste lo hice llegar a prácticamente toda la familia. Aún quedan fotos en el archivo, a la espera de tener mas información, especialmente del año. Las fotos son de un grupo muy amplio, que comprendía principalmente al clan de familias catalanas relacionadas con la familia Mir, Don José Mir y Teresa Margenats y su negocio de vinos en Santiago, ellos fueron la razón porque muchos sobrinos, parientes y vecinos de Cassa de la Selva (Gerona) en España, llegaran a radicarse en Chile.
D.1.3. Carta explicativa del DVD familiar junto a la cual se envió el DVD a los interesados.
Concepción 7 de septiembre de 2012
Queridos hijo, nietos, sobrinos y familiares.
Les adjunto un DVD que he terminado con cierto éxito. Hace mas o menos 20 años empecé a juntar, robar, sustraer, recibir de, copiar, escamotear, etc. fotos de la familia Artigas-Hoyuela y sus ancestros, sin evitar nada, hay pololos de la Ivette, noviecitas del Caco y de Jorge que se pasmaron y muchas otras desde muy antiguo, como dudosas amistades del Chicho en los años 20. Está ordenado por carpetas de 10 años y cada foto tiene un número. La carpeta de 1901-1920, ya tiene leyendas cada foto, yo las puse y es una tarea agobiadora, de todos modos pienso ir despacito haciendo el resto. Es difícil recordar nombres de personas, pero se hace lo que se puede. Este material posteriormente puede ser arreglado de otra manera; yo los voy a dirigir desde arriba. Alejandro y Pepe recordarán gente de las cuatro bodegas. Los años son tentativos, muchas veces tuve que decidir por el tipo de ropa, etc.
Si quieren re-arreglar, deben pasar el DVD al computador y cada vez que muevan una foto, hacerlo con una copia de ella para no perderla.
Se los mando con mucho cariño, espero que esto, o conversar de esto, ayude a mantener la familia unida y que todos conozcan la historia de sus antepasados. Esta galería de fotos, se complementa un poco con la página WEB que estoy haciendo: jorgeartigas.cl. Los que creyeron que nunca la terminaría se pisaron la huasca. Del mismo modo los que no creen que les estoy haciendo un anillo de oro con un diamante a cada uno de Uds. que podrán pasar a retirar desde una cajita que estará dispuesta para ese objeto en mi velorio.
Un gran abrazo y beso para cada uno de Uds. Los quiero mucho.
El Avi
D.2. Cronología del apellido Artigas
La familia, hasta donde se sabe, fue desde hace muchos años residente en Cassa de la Selva, Gerona, España, y desde allí, alrededor de 1925, Narciso Artigas Mir, emigró a Santiago de Chile formando familia con Josefa Luisa Coch Alastruey, de la cual nacieron: Jorge (Jordi) Narciso, María Luisa, Alejandro Silvio y José Enrique. Cassá de la Selva, ha sido visitada por Jorge, Pía y Alejandro Artigas, en los años 90, quienes reconocieron la casa pairal, llamada Can Rist, en Carré del Mig Nº 14. En la actualidad, no hay habitantes de apellido Artigas en el pueblo, los que hay no son de la misma línea de sangre. Un hijo de María Luisa Artigas Coch, el Dr. Gabriel del Río Artigas, se interesó por conocer el origen del apellido Artigas e inició las averiguaciones pertinentes. El resultado de este trabajo se expone a continuación.
Los Artigas desde Cassá de la Selva a Santiago de Chile
Els nostres agraiments a la Parroquia Sant Martin de Cassá de la Selva, a l’Ajuntament i a l’Esglesia Mormona de Chile i diversos Cassanencens bons per a conversar…
“D’on venim i on anem..un viatge per la historia familiar…Perque els hem d’i volem molt”
Primera generación:
Los antecedentes más antiguos consultados nos informan que Don Miquel Artigas se casó en 1735 en Cassá de la Selva con Annamaría Noguer.
Hijos:
-María Isabel Teresa Artigas Noguer n. 1735
-Salvi Gaspar Josep Felis Artigas Noguer n. 1737
-Josep Joan Jaume Artigas Noguer n. 1740
-Serafina María Rosa Artigas Noguer n. 1741
-Antoní Artigas Noguer n. 1745 c.c. Rosa Salip Melcio (nuestra línea)
Segunda generación:
Antoní Artigas Noguer se casó en 1765 con Rosa Salip Melcio.
Hijos:
-Josep Artigas Salip c.c. María Clara Jubert Horta (hija de Benet Jubert y María Horta) (nuestra línea).
-Serafina María Artigas Salip c.c. Miguel Cassa Cornella
-Justa Artigas Salip
-Carles Artigas Salip
Tercera generación:
Josep Artigas Salip se casa en 1810 en Cassa de la Selva con María Clara Jubert Horta.
Hijos:
-Caterina María Rosa Artigas Jubert n.1811
-Francisca Clara Artigas Jubert n. 1813 c.c. Joan Tibau Deulofeu
-Teresa Margarida Artigas Jubert n. 1816
-Geroní Tomas Carlos Artigas Jubert n. 1819 c.c. María Brujats Cassa (nuestra línea).
-Pere Salvi Quirze Artigas Jubert n. 1821
-Salvador Antoni Joan Artigas n.1824
-Teresa Clara victoria artigas Jubert n. 1827 c.c. Jacinto Maimir Terres
-Rosa Francisca María Artigas Jubert n. 1830 c.c. Joseph Cassa Crus
-Josefa Rosa Francisca Artigas Jubert n. 1833
-Pere Artigas Jubert n. 1835 c.c. María Cassa Colom
-Carles Artigas Salip casado con Serafina Parlonja.
Hijos:
-Joaquima Anna Rosa Artigas Parlonja
-Francisca María Narcisa Artigas Parlonja
-Salvador Artigas Parlonja c.c. Teresa Gros Torrent
-Clara Artigas Parlonja c.c. Joaquim Vila Clos
Cuarta Generación:
Francisca Clara Artigas Jubert se casa en Cassá de la Selva con Joan Tibau Deulofeu.
Hijos:
-Jacinta Teresa María Tibau Artigas
-María Filomena Martina Tibau Artigas
-Josep Salvi Matín Tibau Artigas
-Josefa Francisca Tibau Artigas
-Rosa Tibau Artigas
-Vicente Juan Esteban Tiban Artigas
-Geroní Tomas Carlos Artigas Jubert se casa en Cassá de la Selva el 31-12-1853 con María Brujats Cassa. (nuestra línea).
Hijos:
-Catarina María Clara Artigas Brujats n. 1855
-Josep Lorenzo Sebastián Artigas Brujats n. 1860 c.c. Gracia o (Engracia) Mir Camps (hija de Jaume Mir Poch y Caterina Camps Vidal) (nuestra línea)
-Catarina María Josefa Artigas brujats n. 1862
-Teresa Clara Victoria Artigas Jubert se casa en Cassá de la selva con Jacinto (Benet) Maimir Terres el 18-02-1860.
Hijos:
-Martín Jaume Josep Maimir Artigas
-Rosa Josefa Clara Maimir Artigas c.c. Miquel Corominola Dalmas
-Joan Bautista Pere Miguel Maimir Artigas c.c. Lluisa Vila Casanas
-Narciso Jaume Martín Maimir Artigas
-Rosa Francisca María Artigas Jubert se casa en Cassá de la Selva con Josep Cassa Crus.
Hijos:
-Josefa María Francisca Cassa Artigas
-Narcisa Francisca Josefa Cassa Artigas
-María Catarina Josefa Cassa Artigas
-Manuel Geroní Jaume Cassa Artigas
Pere Artigas Jubert se casa en Cassa de la Selva con Maria Cassa Colom el 18-10-1846.
Hijos:
-Geroní Salvi Artigas Cassa
-Josep Miquel Salvi Artigas Cassa
-Clara María Teresa Artigas Cassa
-Pere Josep Joan Artigas Cassa c.c. María Puig
-Francisca Martina María Artigas Cassa c.c. Narcis Marull Sala
-Joaquim Baldomer Artigas Cassa c.c. María Roca Crus
-Rosa Francisca María Artigas Cassa
-Vicenta María Rosa Artigas Cassa c.c. Joan Barris Tarinas
Quinta generación:
Josep Lorenzo Sebastián Artigas Brujats se casa el 22-04-1893 en Cassá de la selva a los 33 años de edad con Gracia o (Engracia) Mir Camps, hija de Jaime Mir Poch y Caterina Camps Vidal (nuestra línea).
Hijos:
-Narcis Joan Manuel Artigas Mir c.c. Luisa Josefa Coch Alastruey (hija de Josep Coch Pamies y Maria Alastruey Bosque).
-Rosa Caterina Artigas Mir c.c. Josep Navarra Peyró
Sexta generación:
Narcis Joan Manuel Artigas Mir se casa en Santiago de Chile con Luisa Josefa Coch Alastruey (nuestra linea).
Hijos:
-Jorge Narciso José Artigas Coch c.c. Ivette Hoyuela Ibacache
-Luisa María Engracia Artigas Coch c.c. Gabriel del Río Espinosa
-Alejandro Silvio Joaquim Artigas Coch c.c. Inés Abuin Zamora
-José Enrique Manuel Artigas Coch c.c. Gabriela Medina Giner
Rosa Caterina Artigas Mir se casa en Cassá de la selva con Joseph Navarra Peyró.
Hijos:
-María Engracia Navarra Artigas c.c. Joaquim Teixidor Colomer
Séptima Generación:
Jorge Narciso Artigas Coch se casa en Santiago con Ivette Hoyuela Ibacache (hija de Jesús Hoyuela e Ines Ibacache).
Hijos:
-María Pía Artigas Hoyuela c.c. Roberto Pazols Jirón
-Francisco Javier Artigas Hoyuela c.c. Kelly Knight
-Margarita Artigas Hoyuela c.c. Daniel Santamaría Claramunt
-Jorge Artigas Hoyuela c.c. Muriel Khamis S.
-Bernardita Artigas Hoyuela c.c. Martin Rico
-Cristina Artigas Hoyuela c.c. Gerardo San Martin
Luisa María Engracia Artigas Coch se casa en Santiago con Gabriel del Río Espinosa (hijo de Doroteo del Río Hurtado y María Raquel Espinosa Fernandez).
Hijos:
-Montserrat del Río Artigas c.c. Juan Sebastián Torrealba Marchant
-Gabriel del Río Artigas c.c. María Eugenia Toro Perez
-Pilar del Río Artigas c.c. Renato Vicuña Lebeuffe
-Andrea del Río Artigas c.c. Alberto Rojas Osorio
-Alejandro del Río Artigas c.c. Pilar Aylwin Ostalé
Alejandro Silvio Joaquim Artigas Coch se casa en Santiago con Inés Abuin Zamora (hija de Marcelino Abuin Lyotard y Milagros Zamora Gato).
Hijos:
-Alejando Artigas Abuin c.c. Lorena Maklouf Conti
-Alfonso Artigas Abuin
-Alberto Artigas Abuin c.c. Paola Vergara Oviedo
-Alfredo Artigas Abuin c.c. Marisel Rodriguez
-María Inés Artigas Abuin
José Enrique Manuel Artigas Coch se casa en Concepción con Gabriela Medina Giner (hija de Juan Medina Parra Y Josefa Giner).
Hijos:
-Andrés José Artigas Medina c.c. Cecilia Osorio Barrera
-Paulina Gabriela Artigas Medina c.c. Juan Carlos Ramos de Aguirre
-Cristóbal Pedro Artigas Medina
-Catalina Isabel Artigas Medina c.c. Marcelo Laport Gonzalez
D.4. Galería fotografícas familia Artigas-Hoyuela
Para ver fotografías en mayor tamaño pulse en c/u.
D.5. Memoria a Ivette –
Texto explicativo para Recordando a Ivette.
Poco tiempo después del fallecimiento de Ivette, tuve aprehensiones relacionadas con lo que podría ser su recuerdo. Ivette fue muy importante para muchos que la conocieron y que la valoraron como persona, artista y amiga. Yo me sentí responsable de que quedara un testimonio para que estas personas pudieran, ya pasado un tiempo, recordarla como fue y lo que significó para ellos. Además de sus familiares y amigos y compadres de Chile, muchas personas quedaron con un recuerdo de ella y que con el tiempo pudimos saber que les fue muy importante. Dejó amigos en USA, Brasil, Argentina, España. y en general en todos los lugares en que hizo hermosos parques, jardines de casas particulares, de industrias, avenidas, alajamiento de cerros, hoteles, plazas, etc. Traté de hacer llegar este testimonio a la mayor parte de ello. A muchos no los veré mas, ya casi no los recuerdo, como los alumnos latinoamericanos de Ohio State University (USA) a quienes ella acogió en su casa, consoló y favoreció con sus consejos. Igualmente a esas numerosas y afligidas esposas de estudiantes extranjeros de India, Bélgica, Suiza, Alemania, Holanda, Italia, México, Latinoamérica, Turquía, África, y otros lugares, a quienes acogió en su casa en el “Club de Cocina Internacional” que formó en Ohio State. Siempre estaba atenta a las necesidades de las personas que pudieran necesitarla. Siempre con entusiasmo y alegría, a pesar de la pesada labor que debía cumplir en su propia casa con cinco pequeños hijos y un marido que hacía lo que podía, que no era mucho.
Para ellos edité un DVD donde se puede ver a Ivette en diversas facetas de su vida. Este DVD, lo he repartido pofusamente y además lo he agregado en esta sección de “La Familia” de mi página Web, desde donde puede ser revisado
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